¿Se te antoja una cola de langosta a la parrilla y no sabes cómo cocinarla, o quizás simplemente quieres perfeccionar tus habilidades culinarias? ¿Qué tal si te doy algunos consejos infalibles para asar una cola de langosta en casa ? ¡No te lo pierdas!
Las colas de langosta son ese marisco excepcional que despertará tu paladar y el de tus seres queridos, convirtiendo lo que parecía una cena normal en un capricho inolvidable. Sin embargo, pueden ser un poco caras en los restaurantes. Pero no te preocupes. Puedes conquistarlos en casa con estas recetas, la mayoría de las cuales te llevarán menos de 30 minutos.
Seguridad al asar langostas
Sí, estás deseando empezar a cocinar. Pero no quieres arruinar la comida ni hacerte daño en el proceso.
Si ya sabes hervirlas o cocinarlas al vapor, te conviene saber que asarlas a la parrilla requiere el mismo tiempo de preparación. La única diferencia es que la parrilla absorberá los sabores de aditivos como mantequilla, carbón o adobos.
Además, toda la cocina se realiza en la parrilla, incluidas las verduras , las guarniciones y el césped mientras se disfruta al aire libre de un buen cóctel.
Aselos a la parrilla, no los arruine
Muchas recetas de cola de langosta a la parrilla se exceden para garantizar una comida exquisita. Sin embargo, casi no te dicen qué evitar. Esta guía te lo explicará y mucho más.
Según el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control , el secreto para preparar langostas sabrosas y seguras reside en estas reglas principales:
- Opte por langostas frescas
- Limpieza
- Temperatura (cuidado con el calor)

Tenga en cuenta que la langosta fría, al igual que cualquier otro marisco, debe mantenerse congelada. Lo mismo aplica a la langosta caliente. La higiene de manos es fundamental al manipular cualquier marisco. Recuerde lavarse bien las manos antes y después de preparar marisco crudo.
Las langostas tienen fibras musculares más largas que las del pescado y se mantienen unidas por un tejido conectivo similar al de las proteínas de los mamíferos. A diferencia del pescado, las langostas no se desmenuzan al cocinarse. Por lo tanto, se recomienda prepararlas a una temperatura de 60 °C (140 °F).
Además, tenga cuidado de no derramar los jugos de la langosta sobre otros alimentos, utensilios y superficies. Después de cocinar, lave bien los utensilios que utilizó para evitar la contaminación.
¿Siguen vivas tus langostas? Sería mejor sacrificarlas de forma humanitaria y rápida en lugar de tirarlas a la parrilla. ¿Cómo se hace? De dos maneras:
- Adormecerlos manteniéndolos en el congelador durante unos cinco minutos.
- Se hierven sumergiéndolos en agua hirviendo unos cuatro minutos, después se retiran y se colocan en hielo.
Para unas langostas más sabrosas, en lugar de la complicada preparación de otros chefs, prueba a partirlas para que el sabor ahumado de la parrilla predomine. Sencillo, ¿verdad?
Para las pinzas, retírelas solo después de matarla para evitar pinchazos. Proceda a abrir la langosta colocándola boca abajo y luego córtela cuidadosamente con un cuchillo afilado a lo largo, desde detrás de los ojos hasta la cola.
Las tijeras de cocina te ayudarán con la cola. Recuerda retirar la bolsa gris detrás de la cabeza, el hígado verde y las huevas negras de la hembra. También retira la vena negra del estómago y la cola. Ya basta de preparativos, pasemos a la cocción.
Instrucciones para asar langosta
La parrilla es el secreto para que tus langostas tengan un sabor excepcional. Al asar, no puedes permitirte equivocarte ni arruinar lo que se supone que es una comida deliciosa.
Necesitarás lo siguiente:
- Las parrillas de leña o carbón funcionan mejor, pero las parrillas de gas son aún más convenientes.
- Langostas de caparazón duro. La cantidad y el peso dependen del número de comensales.
- Pimienta, ajo machacado, sal y hierbas (si quieres un poco)
- Dos o más barras de mantequilla, aceite de oliva también funcionan bien.
- Limones frescos
- Pincel de repostería
¿Listos? ¡A asar!
Paso 1: Limpie bien la parrilla, eliminando cualquier resto de comida que pudiera contaminar la langosta. A continuación, engrásela adecuadamente.
Paso 2: Con el cuchillo de pelar y unas tijeras de cocina, corte con cuidado la cola en mariposa mientras retira la parte inferior blanda. Proceda a cortar la parte trasera por la mitad a lo largo hasta el final, abriéndolas ligeramente.
Paso 3: Prepare el fuego de la parrilla de carbón o gas. Para gas, basta con fuego medio-alto. Precaliente las parrillas a la temperatura requerida ( de 200 a 232 °C) antes de continuar.
Paso 4 : Asegúrate de ensartar correctamente las colas de langosta para evitar que se enrosquen.
Paso 5 : Cubre una servilleta con aceite de cocina y úsala para condimentar la parrilla .
Paso 7 : Una vez que la parrilla esté lista (limpia y ajustada a la temperatura adecuada), coloque las colas de langosta con el lado cortado hacia abajo. Déjelas cocinar hasta que note que el caparazón adquiere un color naranja brillante. Recuerde que también puede empezar a asar el otro lado, siempre y cuando la temperatura interna alcance los 63 °C.
Paso 8 : Clarifique la mantequilla derritiéndola en una cacerola a fuego lento. La mantequilla se derretirá, dejando los sólidos lácteos en el fondo. Vierta con cuidado el contenido de la cacerola en tazones, conservando solo los sólidos lácteos. Puede infusionar la mantequilla añadiendo ajo y sus hierbas favoritas. Mantenga la mantequilla caliente.
Paso 9 : Unte las colas de langosta con mantequilla, sazónelas con pimienta y sal. Déjelas cocinar durante cuatro minutos más.
Paso 10 : Cuando esté lista, la carne estará blanca y opaca. El termómetro para carne ThermoPro ayudará a confirmar la temperatura. Asegúrese de que no sea inferior a 63 °C.
Paso 11 : ¡Felicidades! Tu comida está lista.

La función de la mantequilla y el aceite es mantener las colas húmedas y el caparazón carbonizado, lo que facilita su rotura. Las colas de langosta se cocinan bastante rápido.
Por lo tanto, debes estar alerta. Si la cocinas demasiado, tu comida se arruinará, y la carne quedará demasiado seca y dura. Recuerda que la langosta seguirá cocinándose incluso después de retirarla de la parrilla.
No es muy difícil, ¿verdad? Eso es todo lo que implica asar colas de langosta sin caparazón.
¿No sabes cómo servirlo? Pónlo todo en un plato grande con mantequilla y muchos gajos de limón. Considera partir las pinzas con un cuchillo de chef. Incluye galletas de concha extra para tus invitados, por si las necesitan.
Langostas vivas: ¿por qué?
Las langostas, al igual que otros mariscos comunes, deben mantenerse vivas hasta el momento de cocinarlas. ¿Por qué? Por dos razones:
- Para mantener la textura adecuada, las enzimas del cuerpo de la langosta comienzan a descomponer las fibras proteicas inmediatamente después de su muerte. Esto hace que la carne se vuelva pastosa.
- Para mayor seguridad. Los mariscos son un hábitat para las bacterias, y las langostas no son la excepción. Son vulnerables a la contaminación bacteriana y pueden causar fácilmente intoxicaciones alimentarias.
Asegúrate de comprar la langosta justo cuando piensas cocinarla, preferiblemente 24 horas después. Para mantenerla viva, guárdala en un recipiente. Ponle algas y el papel húmedo o las bolsas de hielo que vienen incluidas.
Las langostas son animales de agua salada, pero de agua dulce, por lo que es mortal. Mantenlas refrigeradas hasta que estés listo para cocinarlas.
¿Listo para el bocado sabroso?
Entre los numerosos mariscos, las langostas son un elemento innovador. El verano se trata de compartir amor, diversión y buena comida. Las langostas son una excelente opción para cenar con tus seres queridos. Aprender a asar una cola de langosta en casa te ahorrará gastos extra en hotel o envíos a domicilio.
El secreto para preparar unas buenas langostas reside en tres aspectos: temperatura, higiene y frescura. Cualquier temperatura interna inferior a 63 °C puede arruinar una comida deliciosa. Pero no se preocupe, el termómetro para carne ThermoPro le ayudará a controlar la temperatura. ¡No se lo pierda!
Las colas de langosta son una excelente adición al menú, ya sea hervidas o a la parrilla. La deliciosa cola de langosta a la parrilla sin duda despertará tu paladar y te dejará con ganas de más: una excelente opción para cenar con tus seres queridos.
La preparación es sencilla, sin pasos ni ingredientes complicados, y te lo aseguro: en menos de treinta minutos tendrás tu comida lista. ¿Eso es todo? No. Aquí, además de cocinar, también aprenderás otros consejos valiosos para manipular tu langosta antes, durante y después de cocinarla. Sí, esto no es solo una receta, sino una guía.
Esta guía se centra en los tres elementos esenciales para preparar langosta sabrosa y segura: temperatura, higiene y frescura. Las langostas, al igual que la mayoría de los mariscos, son propensas a una grave contaminación bacteriana. Por lo tanto, la higiene es fundamental. Esta guía aborda consejos como la correcta higiene de manos, la limpieza de utensilios y superficies al manipular langostas.
En cuanto a la frescura, ¿a quién no le gustan los alimentos frescos? Como verá en la guía, tomar precauciones como comprar langostas vivas es una garantía de obtener una fresca. En este aspecto, no puede permitirse el lujo de sacrificar nada.
La temperatura es otro aspecto crucial que aborda esta guía. Con esto, no hay error. Un ligero aumento o disminución arruinará la langosta.