El conocimiento de la elaboración casera de pan es una práctica milenaria que data del año 2000 a. C. Los egipcios fueron pioneros en la elaboración de pan fermentado, antes de que aparecieran otros métodos de horneado. En Nueva Zelanda, el pan fue uno de los primeros alimentos regulados mediante la Ordenanza del Pan y la Ley de Venta de Pan de 1863. En aquella época, los colonos neozelandeses utilizaban dos procesos para hornear pan: el método de desarrollo mecánico de la masa y el método de fermentación en bloque.
Este último método implicaba dejar levar la masa durante dos horas hasta que se pudiera dividir en los tamaños deseados, una práctica que sigue vigente hoy en día. El método mecánico de desarrollo de la masa, por otro lado, implicaba mezclar la masa a alta velocidad para reducir el tiempo de levado a diez minutos.
En aquella época, el pan se horneaba en hornos comunales, grandes hornos de mampostería o a fuego abierto. Los enormes hornos de mampostería daban excelentes resultados, pero el fuego abierto horneaba panes con sabor, textura y punto de cocción irregulares debido a la dificultad de mantener la temperatura requerida para hornear el pan casero.
Los inventos modernos han facilitado considerablemente la elaboración de pan casero. Con los hornos eléctricos, los panaderos pueden regular fácilmente la temperatura durante todo el proceso de preparación, fermentación y horneado. Además, los termómetros para alimentos ThermoPro permiten controlar la temperatura del pan con mayor precisión para optimizar la fermentación y lograr una textura más consistente. Esta explicación profundiza en todo lo relacionado con el pan casero.
La temperatura ideal para hornear pan durante la preparación
a) Prueba de levadura
La temperatura a la que se prepara la masa influye en la fermentación de la levadura y en el sabor final del pan. Comience vertiendo agua tibia en un bol, añadiendo azúcar y removiendo hasta que se disuelva.
Asegúrese de que la temperatura esté entre 35 y 46 °C . Añada una cucharada de levadura y aumente la temperatura a 43-54 °C.
El uso de una temperatura más alta, por ejemplo 150 grados Fahrenheit, destruye la levadura antes de que leude y una temperatura inferior a 105 grados F hace que la levadura leude de manera desigual, lo que afecta el sabor final del pan.
Deje reposar la mezcla de cinco a seis minutos antes de añadir la harina. Los primeros dos o tres minutos permiten que la levadura se disuelva en el agua, mientras que los tres minutos restantes ayudan a que crezca. Deberían formarse pequeñas burbujas en la superficie; sin embargo, si utiliza levadura mohosa, no tendrá ningún efecto. Esto explica por qué es esencial dejar levar la mezcla antes de añadir la harina.
b) Añadiendo la harina
Añade harina a temperatura ambiente y sal a la mezcla. Evita añadir harina congelada, ya que tarda mucho en levar. La harina integral, por ejemplo, se conserva mejor en el congelador para evitar que se enrancia. Si usas este tipo de harina, es recomendable sacarla del congelador antes de la preparación para que alcance la temperatura ambiente.
Para mayor precisión, utilice un termómetro de lectura instantánea ThermoPro Lightning de un segundo para medir la temperatura de la harina. Algunas personas prefieren tamizar la harina para aumentar su temperatura. Mezcle los ingredientes para preparar la masa para amasar. Este proceso debería tomar de 6 a 8 minutos para obtener una masa suave y menos pegajosa.
ThermoPro Lightning
Temperatura de horneado del pan: cuando la masa está levando
Después de amasar la harina, colóquela en un tazón grande engrasado y cúbrala con un paño húmedo o un film durante una o dos horas para que la levadura crezca. La temperatura óptima para la fermentación oscila entre 24 y 29 °C (75 y 85 °F); temperaturas más bajas prolongan la fermentación de la masa, mientras que temperaturas más altas producen sabores desagradables. Si su horno tiene función de levado, puede configurarlo a esta temperatura para obtener mejores resultados.
Durante el frío, la masa sube más rápido porque el aire es más ligero que durante el calor. Esto explica por qué quienes viven en zonas de gran altitud deben usar una pequeña cantidad de levadura. Después de dos horas, amase la masa para eliminar cualquier burbuja sobrante.
Puedes dejar levar una segunda vez después de amasar, ya que la masa contiene el doble de levadura. Este segundo levado es opcional y debería durar entre treinta minutos y una hora. Amasa de nuevo antes de darle forma.
Dando forma a la masa
Después de amasar, deje reposar la masa unos minutos antes de hornearla. Este proceso ayuda a que el gluten se relaje y facilita darle forma.
Si prepara el famoso pan francés, corte la masa por la mitad para formar dos formas iguales. Para el pan italiano, corte la masa y forme formas ovaladas para hornear. Asegúrese de meter la base dentro del resto de la masa para que no quede expuesta y así lograr una textura uniforme al hornear.
Coloca la masa en un bol, asegurándote de que la parte lisa quede hacia abajo. El bol debe estar ligeramente engrasado y enharinado para evitar que se pegue. Antes de meter la masa al horno, cubre los boles con un paño húmedo para que suba y déjala reposar durante una hora. Pincha la masa suavemente por un lado para comprobar si está lista para hornear.
Si no recupera su forma inmediatamente y el dedo deja una ligera marca, está lista para hornear. La masa debe levar lo suficiente para asegurar una cocción uniforme; una masa levada en exceso no resulta en un pan más ligero. Al contrario, la masa se desmorona y forma un pan denso y sin sabor.
Por lo tanto, si la masa leva demasiado después de darle forma, amásela y vuelva a darle forma. Por eso, los expertos aconsejan a los panaderos usar harina que aguante varios levados antes de que se descomponga el gluten.
Aderezando la masa para hornear
Puedes crear patrones sencillos en la parte superior de la masa haciendo cortes. Estos patrones crean un amplio espacio para que el pan se expanda. También conviene embellecer la masa para obtener una superficie bronceada y brillante. El baño de clara de huevo es un favorito entre la mayoría de las personas, ya que crea una superficie bronceada y brillante en el pan horneado.
Sin embargo, si desea una corteza crujiente, aplique agua fría con una brocha de repostería. Esto no solo crea una corteza crujiente, sino que también mejora la cocción al vapor. Otros ingredientes para aderezar la masa incluyen huevo batido, leche batida, mantequilla y yema de huevo batida.
La temperatura para hornear la masa
¿Cuál es la temperatura ideal para hornear pan? De hecho, la temperatura ideal depende del tipo de pan que se hornee. Los panes de masa magra, por ejemplo, se hornean a 88-100 °C, mientras que los de masa más pesada se hornean a 82-93 °C. Hay dos métodos para hornear pan: precalentar el horno durante 15 minutos a 250 °C o colocar la masa directamente en el horno sin precalentar.
Si precalienta el horno, asegúrese de generar vapor colocando una olla con agua y dejándola calentar a esa temperatura (220 °C). Otras maneras de generar humedad en el horno incluyen:
Nebulización: rocíe agua en el lateral del horno y cierre la puerta. El calor convierte el agua en vapor para aumentar la humedad del horno.
Uso de cubitos de hielo: Coloque un recipiente de vidrio o cerámica con cubitos de hielo en el horno y déjelo reposar de 10 a 15 minutos. Retire el recipiente cuando se haya derretido todo el hielo.
Una vez precalentado el horno, agregue de dos a tres tazas de agua al molde antes de colocar la masa en la rejilla para hornear. Déjela hornear durante 20 minutos, aunque puede comprobar si se dora después de 15 minutos.
Si la corteza está demasiado dorada, reduzca la temperatura a 232 °C. Cuando esté completamente horneado, toque la parte inferior del pan para ver si está suave y hueco; si no, déjelo en el horno cinco minutos más.
La receta debería ayudarte a determinar el punto de cocción del pan. Los panaderos profesionales recomiendan comprobarlo unos minutos antes de que transcurra el tiempo de horneado, especialmente si la corteza se oscurece. Normalmente, la corteza debe tener un color dorado.
Si desea una corteza suave y crujiente, apague el horno una vez horneado el pan y déjelo reposar de 5 a 10 minutos sin abrir la puerta. El pan bien hecho es firme; si está demasiado duro, se ha pasado. En cambio, el pan demasiado esponjoso está poco hecho y podría necesitar unos minutos más en el horno.
Tiempos para hornear diferentes tipos de pan
Tipo de pan
Tiempo
Pan plano fino
5-15 minutos
Panes de hogar, panes horneados en lugares llanos y grandes campos alrededor
35-50 minutos
Bollos y panecillos
15-20 minutos
Panes rápidos
45-75 minutos
Panes planos gruesos
15-25 minutos
Panes básicos horneados en un molde para pan
45-60 minutos
Si no desea servir el pan inmediatamente, es fundamental enfriarlo bien justo después de hornearlo. Tras sacarlo del horno, colóquelo sobre una rejilla elevada para que se enfríe. Esta rejilla facilita un enfriamiento uniforme al permitir que el vapor interno escape a través de la corteza. Además, evita que la base del pan se humedezca, como ocurriría si se dejara sobre una bandeja u otra superficie plana que retiene el vapor.
Paso final: cortar el pan
Permitir elpanDeje enfriar antes de cortarlo, ya que es más difícil cortar el pan inmediatamente después de sacarlo del horno. Coloque el pan sobre una superficie plana de madera y evite usar tablas para cortar verduras o carne para evitar la contaminación. Esta es la guía detallada sobre la temperatura de cocción del pan. Esperamos que le ayude a hornear pan casero fácilmente.