No existe una temperatura y humedad ideal para todos en el hogar. Al fin y al cabo, la temperatura y la humedad adecuadas son subjetivas y dependen de las preferencias de cada uno. Generalmente, nos sentimos cómodos cuando las condiciones ambientales permiten que nuestro cuerpo mantenga su temperatura normal (alrededor de 37 °C). La temperatura ideal para ti es aquella en la que no eres consciente de la temperatura.
La temperatura en casa debería estar generalmente entre 20 °C y 22 °C, y hasta 24 °C para las personas mayores. Una temperatura inferior a 19 °C o incluso 18 °C no sería un inconveniente para una persona con una salud normal.
Además de la temperatura real del aire en una casa, la temperatura en el hogar que pueden percibir los ocupantes de la misma varía dependiendo de:
- donde hay corrientes de aire frío
- efecto radiante de superficies frías o calientes (paredes, suelos, techos, cristales de ventanas, etc.)
- humedad relativa
- factores como la edad, la vestimenta, el nivel de actividad física, el estado de salud, el grado de fatiga, etc.
La humedad relativa juega un papel determinante en la calidad del aire interior. Se recomienda mantener la humedad por encima del 30 % en invierno y evitar que supere el 55 % en verano. Idealmente, la humedad relativa debería mantenerse entre estos valores porcentuales en todo momento.
La humedad excesiva en el hogar crea un ambiente propicio para la aparición de moho, hongos y ácaros del polvo, que son alérgenos potentes que pueden causar problemas respiratorios como el asma. Por otro lado, el aire seco también es perjudicial para las personas con afecciones oculares o cutáneas.
Por ejemplo, si sus habitaciones están en el último piso y solo tiene un termostato para regular la temperatura de toda la casa, probablemente querrá mantener el termostato a una temperatura más baja para evitar sobrecalentar las habitaciones. Encontrar el nivel de humedad adecuado en casa se puede lograr con un monitor de temperatura y humedad confiable, que generalmente viene en un solo dispositivo. De esta manera, puede administrarlos y regularlos fácilmente.
Si te gustan los suéteres calentitos y acurrucarte bajo una manta suave, considera bajar el termostato un par de grados, sobre todo en verano. Si prefieres andar por casa en pantalones cortos y camiseta sin mangas, puedes subir la temperatura un poco para mantener la casa más cálida.